“Llegué al curso tras una crisis y sin mucha información del mismo, simplemente fue algo que me resonó. Mi intención era sencilla: practicar la gratitud y la meditación para estar más presente en mi vida. El aprendizaje resultó todo un recorrido para contactar con mi cuerpo, mis emociones, mis pensamientos, mi lenguaje, mi energía y hasta mis miedos. Valorando la información que cada uno me brindaba, pero sin entrar en conflicto con ellos, sino desde un enfoque consciente más amplio y compasivo. Abrazando incluso mi vulnerabilidad y apreciándola con un inmenso respeto, valor y gratitud a través de ejercicios sencillos y muy ágiles pero también profundos y retadores. Hoy puedo percibir el curso como un gran regalo en forma de invitación para explorar a nuestro propio ritmo y reconectar con la vida desde nuestro SER más auténtico.”