“De pronto me di cuenta que ya no explotaba a la primera “provocación” y me volví mucho más tranquila y serena. Dejé de juzgar y criticar a la gente. Me encontré con otra persona dentro de mi, más tranquila, más madura, más serena y más receptiva. Meditar me ha cambiado la vida! Estaré eternamente agradecida a Dios, al Universo a la Vida por haberlos encontrado en mi camino. Sat Nam.”

Membresía Rama