“El curso SER me abrió la puerta para conocer el primer lugar al que pertenezco, mi morada interior; un lugar seguro, amable y bondadoso al que puedo acudir siempre que lo necesite, por más desafíos que pueda encontrar fuera. Me mostró el camino para explorarme y recorrer mis rutas y recovecos, pero sobre todo me mostró una nueva manera de habitarme, de estar en mí y de estar en la vida.
Siento que ahora puedo tener una relación más real, asertiva y compasiva conmigo misma y, por consiguiente, con los demás. ¡Gracias infinitas por abrirme la puerta a mi propia manera de SER en el mundo!”